Los demás no solo
nos perciben según cómo nos sentimos.Sino como ellos se sienten con ellos mismo. Y qué es lo que nosotros representamos para ellos.
Esto significa que
si nos sentimos mal, aunque nos vistamos en oro. Los demás nos
pueden percibir como débiles, lo cual no es bueno en una negociación.
Como presencias negativas para realizar actvidades en grupo o en
pareja.
Como boicoteadores
del proyecto. Si una parte de alguna actividad depende de nosotros.
Claro que la
inteligencia emocional cumple un papel fundamenta en estos casos.
Hay personas que
están pasando por el peor momento de su vida y en ningún momento
dejan ver cuán mal la están pasando.
¿Qué es lo que hace
esa diferencia?
El éxito o fracaso depende de
la inteligencia emocional.
Cualquier persona
puede darte las armas que deberías tener para entrenar tus emociones
y hacer que estas te jueguen a favor.
Pero todo depende de
uno mismo. Y esto no es al algo para autflagelarse con cada fracaso social.
El tratamiento de la imagen, tiene su fuerza originaria y propulsora en la mirada del otro.
Todas las
personas tenemos nuestros propios límites y tolerancia al dolor. Y
esto más que nada se debe a factores que uno no puede elegir aplicar
a consciencia.
Los demás nos
perciben débiles o fuertes, agradables o desagradables. No solo
según como nos sintamos. Sino, que primero piensan en cómo se sienten ellos con nuestra presencia. A partir de ahí eligen el pundo de vista desde el cual percibirnos y cómo nos van a tratar y que lugar nos van a dar.
Entonces, ¿cómo
proyectar una imagen fuerte, vivaz, emprededora, agradable?¿ Cómo
hacer efectivo el modo en que nos vestimos y todo aquello en lo que
invertimos en nuestra Imagen?
Los demás primero
nos perciben según cómo se sienten ellos mismos en el momento en que
nos perciben.
Si sus valores
consisten en despreciar aquello que representamos. Entonces nos van a
faltar el respeto, elucubrarán en nuestra contra, intentarán que
los demás nos vean feos, pobres y desgraciados.
Y si son personas
incluso más inseguras, probablemente intenten manipular el modo en
que los demás nos perciban, hacia lo negativo. Mientras que los que
se destaquen por cualidades positivas sean ellos.
Esto es envidia.
Entonces. Nosotros
nos vestimos impecablemente, aprenemos todos los modales, viajamos en
aviones privados, etc.
Y sin embargo, todo
puede hecharse a la basura, si los demás se sienten inseguros frente
a nuestra presencia. Si la esposa de alguien cree que podrías
fijarte en su marido. Si la mano derecha del CEO de la empresa piensa
que al caerle bien, vas a quitarle el puesto o bien te vas a
beneficiar de lo mismo que él.
No importa cuán
bien nos sintamos con nosotros mismos. Si el entorno es hostil. En
este caso estamos tirándole perlas a los chanchos. Desperdiciando lo
mejor de nosotros.
No importa cuán mal
o bien nos sentimos. Si los demás se sienten mal con nuestra
presencia. Intentarán dañar la magenque los demás tienen de nosotros.
En definitiva.
Proyectar una imagen de éxito, depende de cómo administramos
nuestras energías. Y no, de cuanto viajamos o cuanto dinero
dispensamos en nuestro guardarropa.
El outfit es una
parte fundamental de la imagen personal. Pero responde más a la
etiqueta que a vernos realmente bien.
Podemos enseñarte
como vetsirte y darte trucos para verte espléndida. Llegarás a tu
casa, y nadie te hará un halago. Tu compañero de trabajo se dará
cuenta que deseas un ascenso y comenzará a boicotearte.
Es por eso que la
imagen personal es un trabajo completo que debe ser realizado por
especialistas en el área. Y no por imporvisados.
Labios Velvet
Asesora de Imagen y fotografa
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